Adoratrices Ciudad Real celebró el pasado 16 de agosto una Eucarístía en honor a su hermana Uyen como acción de gracias por el tiempo compartido. Su misión en España llegó a su final en esa ciudad pero esta Congregación siempre la llevará en su corazón y oración.
Durante su intervención, la hermana quiso agradecer tanto la organización como el acompañamiento en la celebración. «Gracias a mi comunidad por preparar esta Eucaristía. Gracias por este tiempo que hemos compartido. Gracias a Rosario, Antonia, Josefina y Rosy, gracias por vuestros ejemplos de vida Adoratriz que me han enseñado mucho para seguir mi camino. Y gracias al Padre Antonio y Rafa por preparar esta Eucaristía», señaló.
También quiso poner en valor su participación en los cursos de la parroquia como un miembro más: «he participado en muchos cursos y especialmente el curso de Alpha me han ayudado mucho y he recibido mucho cariño de mis compañeros en este grupo. Muchas gracias a todas las personas que he conocido, me alegro mucho del tiempo compartido, creamos una buena amistad y yo he disfrutado mucho con vosotros», comentó.
Adoratrices siempre será su casa y como miembro de esta Congregación rezaremos para que continúe su nueva misión donde Dios quiera.