
8F: Vigilia XI Jornada Mundial de Oración y Reflexión
Hoy nos unimos con corazones abiertos y espíritu de peregrinación como Embajadoras de la Esperanza. Este día es una invitación a caminar juntas, abrazando la renovación, la compasión y la solidaridad. Como comunidad de fe y compromiso, reconocemos nuestra responsabilidad en la construcción de un mundo más justo, especialmente en este tiempo jubilar, que nos llama a restablecer la justicia y apoyar a los más vulnerables.
En nuestra misión como Adoratrices, estamos profundamente interpeladas por la realidad de la trata de seres humanos y sus estrechas conexiones con la migración forzada y el cambio climático. Somos testigos de cómo muchas personas, especialmente mujeres y niños, son desplazadas de sus hogares debido a la guerra, los conflictos, la sequía, el aumento del nivel del mar, los incendios y otros desastres naturales. Esta situación de creciente vulnerabilidad las expone a un mayor riesgo de explotación y trata.
Esta esperanza que va unida a una misión concreta se viene repitiendo en los últimos años, y es la de caminar “juntos contra la trata de personas”. Somos embajadores y embajadoras con otros y otras, siempre juntos, como Iglesia comprometida, unida, en fraternidad y sinodalidad, en marcha hacia el desafío de acabar con la trata de personas, para que nadie más se vea sometido al yugo de la esclavitud y la explotación, en favor de una humanidad de personas libres e iguales.
Vigilias de oración
Son muchas las diócesis que tienen previsto organizar círculos de silenci0, mesas de trabajo y vigilias de oración para conmemorar esta jornada mundial de oración y reflexión en las que participamos Adoratrices.
La campaña correspondiente a la jornada de este año 2025, se sitúa en el marco del Jubileo y del Proyecto Social sobre la trata de personas.
Invitamos a toda la comunidad a sumarse a este camino de transformación. A través del gesto simbólico de los Pasos de Solidaridad, manifestamos nuestro compromiso con quienes son víctimas de la trata y de la explotación. Que cada paso que demos sea una afirmación de nuestro deseo de un mundo sin esclavitud, donde reine la justicia y la paz.
Sigamos adelante con fe y determinación, siendo luz y esperanza en la vida de quienes más lo necesitan.