El verano de 2024 se ha convertido en una experiencia inolvidable para los 80 participantes del Campamento MEL de Adoratrices que se llevó a cabo del 14 al 22 de julio en la finca Castillo de Castilnovo, en Segovia. Este campamento, organizado por el Movimiento Eucarístico Liberador (MEL) del Colegio Niña María de Guadalajara, reunió a 61 niños y jóvenes de entre 9 y 17 años, acompañados por 19 jóvenes universitarios que, en calidad de monitores, responsables, enfermera y socorrista, hicieron posible que cada día fuera una nueva aventura llena de aprendizaje, espiritualidad y diversión.
El Inicio de una aventura inolvidable
La emoción era palpable el domingo 14 de julio cuando los participantes se congregaron en el parking de Fuente de la Niña, listos para embarcarse en lo que prometía ser una experiencia única. El viaje en autobús hasta el Castillo de Castilnovo transcurrió sin problemas, aunque lleno de anticipación y nerviosismo por las aventuras que estaban por venir.
Al llegar, el campamento comenzó con una cálida bienvenida por parte de Ruth, la directora del campamento, y los monitores, quienes explicaron que la temática de este año estaría inspirada en la película «Vaiana». Esta elección no solo prometía diversión, sino que también subrayaba los valores fundamentales que guiarían el campamento: escuchar la voz interna, descubrir lo que Dios quiere para cada uno, amar y cuidar la naturaleza, y respetar otras culturas y razas.
Exploración, juegos y espiritualidad
Los días siguientes estuvieron llenos de actividades emocionantes y enriquecedoras. Entre ellas, destacó la ruta de las buitreras, una caminata que llevó a los campistas a través de los bonitos paisajes, culminando en la ermita de Nuestra Señora de los Remedios en Castroserna de Abajo, donde participaron en una misa especial. La combinación de naturaleza y espiritualidad dejó una profunda impresión en todos los presentes.
El campamento no solo fue un tiempo para la reflexión y la oración, sino también para el juego y la diversión. Un ejemplo de ello fue el popular «juego de la bandera».
Fortaleciendo la Fe
El lunes 22 de julio, el campamento llegó a su fin, pero no sin antes dejar una marca imborrable en cada uno de los participantes. Con el cansancio propio de días llenos de actividades, pero con el corazón lleno de alegría y gratitud, los niños y jóvenes recogieron sus pertenencias y se prepararon para regresar a casa.
Antes de subir al autobús de vuelta, se celebró una oración de despedida, un momento muy emotivo, ya que Campamento MEL 2024 no solo ofreció a los jóvenes una semana de entretenimiento, sino que también fortaleció su Fe y los conectó con la naturaleza y con los demás de una manera profunda.
El Movimiento Eucarístico Liberador, con su carisma de Eucaristía-Liberación inspirado por Santa María Micaela, continúa siendo una fuente de crecimiento espiritual y personal para todos los que forman parte de él.