
El pasado sábado, 19 de octubre, nuestra hermana María Reina, de 33 años, renovó sus votos religiosos en una emotiva ceremonia en la comunidad de las Adoratrices Esclavas del Santísimo Sacramento y de la Caridad de Cinkassé, Togo. Esta renovación de votos representa un paso más en su compromiso con la vida consagrada.
Nacida en Atakpamé, Togo, María Reina comenzó a sentir la llamada a la vida religiosa desde su infancia, cuando, a los 10 años, fue inspirada por la labor de unas religiosas en su parroquia. “Aunque en ese tiempo no entendía muchas cosas, siempre decía: cuando crezca, voy a dedicar mi vida a consagrarme como ellas”, recuerda la hermana María Reina.
La hermana María Reina confiesa que su experiencia con las Adoratrices ha transformado su vocación de manera inesperada. Inicialmente, soñaba con dedicarse a la educación de niños en orfanatos o colegios, pero su primer contacto con las mujeres en contextos de vulnerabilidad de la Casa de Cinkassé en 2014 “cambió radicalmente mi opción de vida. Pasé de sentirme llamada a acompañar a estas jóvenes”.
Durante su formación religiosa, Marie-Reine ZANOU ha tenido la oportunidad de conocer diversas comunidades Adoratrices alrededor del mundo, incluyendo España y República Dominicana, lo que le ha permitido consolidar su vocación y reafirmar su compromiso con el carisma Adoratriz de Adoración y Liberación. Inspirada por el legado de Santa María Micaela, fundadora de nuestra congregación, la hermana María Reina encuentra en la Eucaristía la fuente de fuerza para su entrega diaria a Dios y a las mujeres con las que trabaja.
“Mi vocación es una manera de vivir siempre conectada a Dios y a Su Pueblo”, afirma la hermana, quien destaca la importancia de la vida en comunidad como una clave para la misión. “Tengo la convicción de que sólo unidas podemos entregar nuestros dones con mayor fuerza, y así nuestra misión dará más frutos”.
En su mensaje tras la renovación de sus votos, María Reina expresó su gratitud tanto a Dios como a las hermanas de la congregación que la han acompañado espiritualmente en su caminar. «Dios pasa por nuestras humildes personas para estar al lado de nuestros prójimos, al lado de quien sufre, al lado del que necesita apoyo. ¡Dios nos necesita tanto para poder levantar al ser humano!”, afirmó con profundo convencimiento.
Con la renovación de sus votos, la hermana María Reina reafirma su deseo de continuar su misión como Adoratriz, entregándose plenamente a Dios y a la liberación de las jóvenes a las que sirve en su comunidad de Togo.
https://adoratrices.es/wp-content/uploads/2024/10/Votos-Maria-Reina-19-10-2024.pdf